El viaje de Veative comenzó en 2016, cuando nos metimos en el negocio de crear contenido educativo para la realidad virtual. En ese momento, comenzamos a trabajar con un fabricante de auriculares VR porque necesitábamos una unidad independiente con un controlador, porque nuestro contenido siempre era interactivo y requería una forma de manipular objetos dentro del entorno. Nuestra experiencia con esa empresa fue buena, aunque se trataba de una relación proveedor/cliente, lo que dificultaba realizar cambios en los auriculares. ¿Dependía de nosotros, como proveedores de contenido, pagar los cambios en el hardware para que sea más fácil de llevar a las escuelas y los distritos, o debería ser responsabilidad de la empresa de hardware? Esa siempre fue una pregunta.


Para 2018, había varios jugadores en este espacio, en el lado del hardware. Como proveedor de contenido independiente del dispositivo, esto siempre iba a ser una buena noticia para nosotros. Sin embargo, pronto se hizo evidente que, aunque se invirtió mucho esfuerzo e inversión en productos de juegos y entretenimiento listos para el consumidor, las opciones disponibles no eran totalmente conducentes a la educación. Las escuelas y los distritos tienen necesidades específicas, y el hardware de juegos no necesariamente las considera. Aunque el contenido de Veative se reproduce muy bien en una amplia gama de dispositivos, nos frustramos al no satisfacer nuestras necesidades de hardware y nos pidieron que pagáramos para que el hardware fuera adecuado para la educación. Llenos de frustración y con la necesidad de un dispositivo de realidad virtual que pudiéramos llevar fielmente a los educadores de todo el mundo, el CEO Ankur Aggarwal y el CPO Dave Dolan se propusieron encontrar un socio. En el otoño de 2018, nos reunimos con DPVR.


Desde el principio, insistimos en que tenía que ser una asociación para permitir que ambas empresas prosperaran. Esto se cumplió con un compromiso similar por parte de DPVR. Se dieron cuenta de que había un hueco en el mercado (edu) y que trabajando con Veative, juntos podíamos solucionar los problemas que existían. Su auricular P1 Pro era 90% listo para el mercado educativo y estaban dispuestos a colaborar en ese último 10%, que se convirtió en EduPro. En los últimos años, hemos podido llevar este producto a unos 15 o 20 países. Sin embargo, justo cuando las ventas comenzaban a despegar, el mundo se cerró con el COVID-19.


Aunque hubo una fuerte caída en la demanda de dispositivos de realidad virtual para la educación, nuestro desarrollo conjunto nunca se detuvo. Veative pudo ingresar a más escuelas y algunos distritos, lo que a su vez proporcionó a ambas empresas comentarios valiosos sobre problemas de ajuste, usabilidad y mantenimiento (cuidado y limpieza de dispositivos). DPVR se dedicó diligentemente a realizar revisiones en la correa para la cabeza, el forro, el sistema operativo, etc., en función de estos comentarios. Nuestro compromiso de trabajar juntos nunca ha flaqueado.


Con el mundo saliendo de esta pandemia y las necesidades de los educadores de todo el mundo entendidas por completo, DPVR y Veative están preparados para hacer avances significativos en el mercado de la educación. Tener un socio en lugar de un proveedor ha hecho una gran diferencia.


Desde Sunny y Leon, hasta Derek y Ariana, Veative ha tenido la suerte de trabajar con un maravilloso grupo de personas que han resuelto de manera agradable y rápida cualquier problema que haya surgido. Esta es una asociación que valoramos mucho.